Es muy posible que el nombre pueda confundir, pero Indochine no es un chino de los que abundan en Barcelona. Este restaurante asiático ofrece una cocina fusión distinta, cuya diferenciación reside en la calidad y la creatividad, la base de la cual es la perfecta armonía entre ingredientes.
Y no solo su cocina asombra. El fascinante escenario en el que se enmarca es único. Una auténtica selva tropical llena de plantas exóticas, preciosas orquídeas, bambú y un estanque que rodea algunas de las mesas, encajadas en el suelo. Resulta realmente agradable comer a la altura del agua mientras los diversos peces que en ella habitan te rodean y el agua de las cascadas fluye.
El ingenio de Ly Leap, propietario y chef de Indochine, no se determina por crear platos con técnicas muy complicadas ni por espectaculares presentaciones, sino por su experiencia en la agradable unión de sabores tan diferentes. Está claro que es cuestión de gustos, pero a mí me resulta muy interesante romper con los cánones habituales y dar paso a nuevos placeres para el paladar.
El uso de las especias, el toque fresco de los cítricos, las notas dulces y el sutil picante son los principales matices que acompañan tanto a carnes como mariscos.
No obstante, a mi parecer, hay algo que beneficia la cocina de Ly Leap tanto como los diversos toques de sabor, y no es otra cosa que las diferentes texturas de los ingredientes que utiliza o de los acabados que les da.
Es la primera vez que visito Indochine y, como todas las primeras veces en un restaurante, quiero probarlo todo. Aunque me recomiendan que empiece por el menú corto, después del tercer plato me reitero en mi deseo de seguir con el más extenso porque la experiencia promete.
De este largo recorrido no descartaría ningún plato, pero si señalaría algunos de ellos como extraordinarios.
Un gran ejemplo de combinación entre dulce, cítrico y crujiente son los langostinos con salsa de cítricos y mango verde. Sublime juego de texturas en el canelón de harina de arroz acompañado de brotes de soja y cacahuetes. Y la lasaña de harina de arroz? Qué textura tan difícilmente descriptible! La carne que la acompaña me dicen que es de cerdo y langostino, y la salsa con un punto picante lleva chile.
Los platos con setas son también deliciosos. Imponente textura cremosa y carnosa de las “Setas de Corea con salsa de ostras” y suculentos los “Shitakes rellenos de carne de cerdo con salsa de tamarindo”.
Destacables son también los platos de carne, como el “Pincho de ternera con hoja cítrica y citronela”, jugoso y combinado a la perfección con la pincelada cítrica que le aporta la esencia de esta hierba. Y el pato? me encanta el pato aunque solo si consiguen darle el punto óptimo de cocción, y este estaba impecable. Pero hay algo más interesante en este plato que la ejecución, y es la manera en que lo sirven. Me divierte la sorpresa, sobretodo si se justifica con un resultado gustativo. El pato se presenta sobre una hoja de magnolia que a su vez se apoya en una rejilla bajo la cual hay una vela encendida. El calor de la vela hace que el pato se impregne del aroma de la hoja y que la salsa de tamarindo se absorba con más facilidad. Original y delicioso.
El colofón final lo ponen dos deleitosos postres, no aptos para indiferentes del mundo dulce, entre los que está claro que no me encuentro ya que no puedo imaginar una buena comida sin un final algo goloso.
El denominador común en los dos, una fruta que me encanta, el coco. Primero un “Arroz negro con leche de coco y sésamo”, muy cremoso y dulzón, pero nada empalagoso.
Y para acabar un “Flan de coco”,,un perfecto cubo de suave gusto a jugo de coco y una textura divina.
Sin duda alguna Indochine es un restaurante muy recomendable para los admiradores de la cocina asiática o los aficionados a las nueva experiencias en el terreno culinario, y aunque hay versiones de todo tipo considero que la relación calidad-precio es muy buena. Solo falta un detalle para hacerla sobresaliente y, en mi opinión, pasa por mejorar algo el servicio. No es ni mucho menos un trato molesto pero si algo impasible.
Aún así, la simpatía, el buen hacer de Ly Leap y la maravillosa atmósfera lo compensan todo.
Estas son algunas fotos más del menú y del impresionante local:
Indochine Ly Leap
c/ Muntaner, 82. Barcelona
Tel. 934511796