Una llamada a mediodía me alegraba la tarde de ayer. Alguien que conoce mi gran pasión me asombraba con el mejor regalo que se me puede hacer, un curso gastronómico.
La sorpresa era doble, no sólo por el curso en sí sino por el lugar donde se realizaba, la flamante cocina de Can Jubany. Tengo una gran simpatía por Nandu Jubany y su equipo y poder disfrutar de sus instrucciones es todo un lujo.
Aunque es posible que muchas de las recetas no las pueda hacer en casa, ya sea por la maquinaria que debe utilizarse, la dificultad para conseguir un producto igual o por la complejidad de su elaboración, lo que está claro es que el solo hecho de haber descubierto como se realizan los platos que en algunas ocasiones he degustado en este restaurante ha sido muy emocionante.
Muchos son los platos que hemos visto, pero me he hecho ya una idea de lo que podría ser un posible menú de lujo para preparar en casa.
Una de las recetas que tengo que probar hacer es la “Air Baguette de jamón ibérico”. En principio solo existe una clave y está en conseguir que la masa se infle en el horno, por lo que ya veremos si lo consigo. También hay que intentarlo con los “Guisantes a la brasa con botifarra y cansalada”, aunque será complicado encontrar un producto tan excepcional como el que tiene Jubany. Y para acabar, procuraré conseguir una digna materia prima para hacer “la Ventresca de atún a la brasa con mojama, fruta y sal de bacalao”.
Por lo que respecta a los postres creo que tendré que cerrar la comida con algo más sencillo, porque los del curso, aunque han sido estupendos, creo que son demasiado complejos para mí.
Además de ameno y útil para descubrir algún truco que poder aplicar en diferentes platos, este curso me ha hecho pasar unas placenteras horas haciendo lo que más me gusta, empaparme de buena gastronomía.
Sin embargo, la sorpresa no acababa con el curso, no,no. El colofón final ha sido una gran cena degustación de todos los platos repasados durante el curso y con un maridaje de vinos deleitoso y una degustación de gin tonics después de los postres ¿Qué más podía pedir para hoy?
Como otras veces que he visitado Can Jubany, solo puedo tener halagos para su cocina, la selección de vinos escogidos y el servicio recibido, siempre a la altura de su gran categoría.
Cabe agredecer a Nandu que nos haya acompañado a todo el grupo también en la cena, durante la que hemos podido intercambiar opiniones, comentar experiencias gastronómicas y recomendarnos algunos restaurantes.
GRACIAS POR ESTE DELICIOSO REGALO!
Curs de gastronomia a Can Jubany from Nandu Jubany on Vimeo.