Fonda Xesc

Unos amigos me habían recomendado visitar la Fonda Xesc en diversas ocasiones. Me describían la cocina de Francesc Rovira con adjetivos que a cualquier aficionado a la gastronomía le harían querer degustarla. Elaboran cocina tradicional con toques de modernidad, de calidad y bien argumentada, me decían, y, en efecto, así es.
Obtuvieron una estrella Michelin en 2009 y, aunque no siempre comparto criterios con esta guía, hay que admitir que este logro tiene un mérito doble en el caso de la Fonda Xesc. El reconocimiento en sí ya lo es, pero aún lo es más la valía que supone mantener un restaurante con esta filosofía en un lugar como Gombrèn, un pueblito del Ripollès bastante apartado de vías habituales de paso y de grandes urbes.
Gombrèn es el núcleo de la leyenda del “Comte Arnau”, uno de los personajes más conocidos de la mitología catalana, del que se dice fue condenado a cabalgar eternamente a lomos de su caballo negro, el cual sacaba fuego por nariz y ojos.
En Fonda Xesc rinden tributo a tan famoso mito dando su nombre a uno de los tres menús que ofrecen, una propuesta de 7 platos, una selección de quesos artesanos y 2 postres.

Preceden al menú 4 aperitivos: unas galletas de boletus, una caracola de mar con tomate y albahaca, una croqueta de setas y trufa, y una sopa tostada con foie. Debo reconocer que, a excepción de la croqueta, el resto no me han llamado demasiado la atención.

Afortunadamente llega el primer plato del menú, uno de los mejores a mi parecer, un fantástico tártar de atún con manzana, aguacate y huevas de arenque. Me ha entusiasmado.

La crema de calabaza, carabinero y saúco, aunque me ha parecido muy buena, creo que necesitaba algo más de temperatura, pues estaba fría.


Deliciosos los “Rossinyols” con judía tierna, huevo y mantequilla de hierbas, una combinación interesante. El punto justo de cocción de las judías, que han quedado crujientes, no solo aporta sabor sino que se acopla muy agradablemente a la untuosidad de los “rossinyols”.


El arroz de la Fonda con alcachofas, trompetas y sepietas es sabrosísimo y cocinado perfectamente, al menos a mi parecer, con el grano entero. Da gusto encontrar arroces como este.


Un plato que me ha sorprendido gratamente es la lubina con remolacha e higos, ajo y almendra. Riquísimo conjunto bien ejecutado y estupenda mezcla de notas dulces y saladas.


Junto con el tártar, el otro mejor plato de este menú es el pie de cerdo, sobrasada y bogavante. Tengo que decir que en un principio he pensado que quizás me parecería demasiado potente, pero nada más lejos de la realidad. Fenomenal tanto en sabor como en textura.

Las pelotillas al momento, espárragos y calamarcitos también prometían pero, aunque la composición está muy acertada, el punto de sal es excesivo. Una lástima. También creo que se debería cambiar el espárrago por otra verdura y no repetir el acompañamiento del plato anterior.

La carta de vinos no es extensa pero ofrece propuestas muy interesantes. Para este menú el elegido es un Cillar de Silos 2008 de Ribera del Duero, acertado para mi gusto por su frescura y aroma.
De pre-postres una selección de quesos artesanos catalanes y después un primer postre, el zumo de frutas, María Luisa y lichi, muy refrescante y ligero. Para concluir un vicio exquisito, chocolate con azafrán y saúco.

Pese algún desacierto, la relación calidad-precio de Fonda Xesc es excepcional y la experiencia muy recomendable. Yo, sin duda, espero repetir.

Fonda Xesc
Plaça Roser, 1. Gombrèn
Tel. 972730404
http://www.fondaxesc.com

Acerca de GastroTendencias

Diplomada en Turismo (sector al que me dedico profesionalmente) y Máster en Comunicación y Gastronomía. Mi afición por el mundo de la gastronomía va más allá del placer por la comida, por ello mi afán por saber, por formarme, lo que me ha llevado a cursar en estos dos últimos años el Intensivo de cocina y el Curso Avanzado en la Escuela Hofmann de Barcelona. De mi pasión por la gastronomía y mi interés por la escritura nace GastroTendencias, un blog sin más pretensión que la de actuar como vía de escape, como entretenimiento personal. En él pretendo ser justa y objetiva, aunque relatando cada experiencia desde un punto de vista emocional.
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