El segundo día en Bras pretende ser una jornada de paseo y relax para seguir descubriendo Laguiole. Antes de ello, disfruto de uno de los mejores desayunos de mi vida. Una selección de bollería casera, elaborada en el restaurante, con croissants, brownies, bizcocho, pan blanco y pan integral, mantequilla salada y dulce, confituras naturales, toffee en crema, zumo de arándanos, queso fresco, queso de Laguiole, una tortilla con ajo y perejil, y café con leche.
Un auténtico lujo de desayuno y más aún cuando puedes disfrutarlo ante un paisaje tan hermoso.
Con reservas suficientes, además de hacer turismo, aprovecho este día para visitar uno de los lugares por los que más se conoce esta zona, las manufacturas de cuchillos. Piezas de gran calidad, todas únicas.
La más conocida es La Forge de Laguiole
www.forge-de-laguiole.com