Hace unos días visitaba el Restaurante Murmuri por primera vez y lo hacía sin previo conocimiento de críticas serias sobre su cocina, algo que últimamente no acostumbro hacer. Consulté tan solo su página web, en la que anuncian ofrecer la mejor propuesta gastronómica de fusión mediterráneo-asiática en Barcelona.
Confié en la información pero la experiencia fue decepcionante en todos los sentidos ya que ni el servicio ni la comida están a la altura de dicha afirmación.
El interiorismo es moderno y de diseño atrevido y actual, pero para mí ha sido solo eso, un restaurante bonito.
Al pedir el menú degustación una camarera “canta” los platos con cierta desgana, sin dar demasiado pie a ninguna pregunta ya que parece tener prisa en acabar. Esa impresión de celeridad la tengo durante toda la comida y es algo que no me parece ni agradable ni mucho menos correcto.
Tras informar el menú, llega enseguida el primer plato, un surtido de maki – sushi, y con él la primera desilusión. No es un arroz de sushi y además está crudo. Al masticar los granos de arroz oponen resistencia por lo que el adjetivo es literal.
Le seguirán unos langostinos con kikos y salsa de cacahuete, buena combinación pero los esperaba crujientes y no consiguieron esta textura.
El rollo de primavera vegetal con salsa de ciruelas me da algo de esperanza y, aunque no es un plato complejo, está bien ejecutado y resulta ligero.
La terrina de foie que le sigue también está muy buena, aunque encuentro la ración muy escasa.
Y nuevamente otra decepción importante porque esperaba este plato optimista, con la confianza de recibir algo gratificante que cambiase el rumbo que llevaba el menú. El tataky de hamachi rebozado en sésamo sobre coca de cebolla caramelizada lo predecía como una de las estrellas pero tampoco pudo ser. Insípido y sin ninguna gracia. Qué lástima!
A continuación un pollo al curry verde, meloso y con una salsa muy conseguida, pero con una guarnición poco oportuna. Concretamente me refiero a unas judías verdes completamente crudas y unas pencas de lechuga que no acabo de entender en este plato.
Afortunadamente, el postre, un flan de flor de jazmín con helado de jengibre sirvió para no acabar con peor sabor de boca, pues me gustaron mucho los sabores. No obstante no fue suficiente para aliviar el desencanto general.
Francamente pienso que una comida como esta no es fruto de un mal día ya que han habido errores de ejecución que no pueden eludirse. Y qué decir del servicio? Su actitud no ha favorecido para nada el desacierto, más bien todo lo contrario. Ha estado ausente, casi esquivo.
Aunque pese decirlo, debo reiterarme en mi opción de que Murmuri es solo un local bonito.
MURMURI Barcelona
Rambla de Catalunya, 104. Barcelona
Tel. 935500606
www.murmuri.com