Un curriculum tan interesante como el de Xabier Díez y Aizpea Oihaneder es suficiente para despertar mi interés, pero si a ello se suman los múltiples halagos que vienen recibiendo desde hace tiempo la tentación se vuelve irresistible.
Buscaba un nuevo lugar que descubrir en Donostia y, tras entrar en la web de Xarma, no tuve dudas.
Su excelente servicio, a tan solo 5 minutos de entrar en el restaurante, ya se ha hecho con el 50% del éxito. Transmiten buen “karma” y rebosan amabilidad, además de profesionalidad.
La gran altura de la cocina tampoco tiene discusión. En ella se aúnan tradición y vanguardia, además de buen producto; es osada y precisa y, aunque con una personalidad propia, en algunos platos se percibe la influencia de una trayectoria que durante unos meses se detuvo en Michel Bras.
El menú degustación empieza con una agradable y delicada sorpresa, el Yogur del día trufado. Una delicia.
Los dos siguientes platos son un ejemplo del influjo de Bras, y son dos gratas sorpresas.
El Salmón ahumado con matices de ajoblanco y bombón líquido de olivas negras es sobresaliente. La mezcla de sabores resulta cautivadora.
Y el Carpaccio de tomate y manzana con verduritas de temporada y cremoso ibérico rebosa atrevimiento y armonía.
Con el Rodaballo “dos pieles” con crema melosa de mejillones y tempura de carraquelas el nivel sigue subiendo. Jugosidad y agradable combinación de texturas. Supremo.
El broche de oro lo pone un Pichón de Aráiz asado con melón de berenjenas a la brasa y toques de cacao, un plato perfecto a nivel técnico. Me atrevo a decir que no he probado un pichón tan portentoso en cuanto a cocción y sabor.
Tras un plato fuerte, nada mejor que la siguiente propuesta, un Helado de jengibre con merengue de te chaid, fresco y ligero.
Y para cerrar el círculo, el postre ideal para una golosa empedernida, Leche, cacao, avellanas y… azúcar. Una apetecible reinterpretación de la conocida “Nocilla”, aunque sumamente superada.
Sin haber resultado problema alguno para mí, cabe decir que la carta de vinos es algo escasa teniendo en cuenta que la cocina y el servicio están a un gran nivel. Aún así, y sin tener grandes conocimientos sobre vinos, hay referencias interesantes.
Para esta ocasión, un tinta de toro 100% con un sugerente nombre, El vino del buen amor. Quizás mucho más adecuado para el plato de pichón pero muy sabroso.
Xarma ha sido una seductora y placentera sorpresa. No quería llegar con ideas preconcebidas, solo quería disfrutar de una buena comida, y la perspectiva se ha superado con creces. Convencida que seguirán dando que hablar si siguen ofreciendo esta calidad, espero seguir conociéndolos en próximas visitas.
Xarma Jatetxea
Avda. Tolosa, 123. Donostia
Tlf. 943317162
www.xarmajatetxea.com