En los días previos a la presentación de la Guía Michelin 2013 eran muchos los comentarios que circulaban en las redes sociales augurando una generosa lluvia de estrellas. Los primeros los leía con rotunda incredulidad, nada extraño después de años de grandes decepciones, pero a medida que veía que se repetían quise tener algo de esperanza, confiar en un cambio de rumbo, esperar que se hiciese justicia con quienes considero han hecho sobrados méritos.
Un año más, una edición más, vuelvo a preguntarme: ¿dónde está el criterio?
No, no necesito que me expliquen cuales son las reglas escritas, las que según la guía se deben cumplir para que un restaurante sea merecedor de 1, 2 o 3 estrellas. Me refiero a lo que no se dice, a un misterio oculto que nadie desvela, a una subjetividad que no debería existir en estos casos. ¿Política, simpatía, envidia, castigo por no saber reconocer lo que otras guías sí?
No sé, pero no lo entiendo, y no voy a poner en tela de juicio las estrellas concedidas, que por otra parte bienvenidas sean, pero considero que unas llegan muy rápido y otras se hacen esperar demasiado.
Merecidísima, esperada y más que justa la tercera de Quique Dacosta, de quien por cierto tengo pendiente el post de mi última comida allí.
Pero, ¿y la tercera de Mugaritz? ¿Realmente ha habido justificación para no habérsela dado? ¿Creen los señores comisarios de la guía que Mugaritz no está a la altura de ese reconocimiento? ¿Qué ha pasado, que en lugar de la patata al caolín se comieron una piedra y se les indigestó?
No hay explicación para ello, igual que no la hubo durante años cuando se esperaba en El Celler de Can Roca. Solo me ronda una palabra por mi cabeza para denominar esta inmensa “cagada”, con perdón, y es INJUSTICIA.
Al Olimpo de los 3 estrellas no sube Mugaritz, pero también lo hace Eneko Atxa con su Azurmendi. Me alegro enormemente por él y aunque hace casi dos años que lo visité considero su cocina a la altura de este premio, pero debo hacer otra pregunta: ¿esta tercera estrella no llega muy seguida de la segunda? Se supone que no es algo muy habitual en Michelin, o dependiendo del restaurante/chef sí?
Hay dignos merecimientos, sin embargo las dudas los superan. No quiero hablar de restaurantes que no he visitado, por cuestiones obvias, pero de los que conozco son varias las dudas. Por decir alguno, aparte de Mugaritz que es el más flagrante, vienen a mi mente Atrio, Aponiente, Can Jubany, Zuberoa……
Sea como fuere, Michelin consigue de nuevo que se hable de ella, y por desgracia sigue siendo una referencia en el mundo de la gastronomía tanto para la mayoría de cocineros como para la mayoría de amantes del buen comer.
Esperemos que en la próxima edición la objetividad y la honradez ganen a la sinrazón.
Felicidades a los premiados y ánimo a los injustamente malogrados.
-
Últimos posts
- La deslumbrante cocina de Bagá 27 abril 2018
- Mugaritz: La alineación de los Astros 13 julio 2017
- Martín Berasategui: Afincado en la comodidad 11 julio 2017
- El Celler de Can Roca: la magia del 3 6 junio 2017
- Deslumbrante Azurmendi 1 agosto 2016
POSTS por CRONOLOGIA
-