Luis Veira hacía realidad su sueño de comandar su propio restaurante a finales del 2012. Los inicios fueron algo complicados pero la libertad de defender su cocina ha podido con todos los obstáculos.
A Luis, chef y propietario de Árbore da Veira, se le reconoce ya como una de las grandes promesas de la cocina gallega.
En poco tiempo ha conseguido su primera estrella Michelin y su futuro se augura exitoso.
Formado en grandes casas como El Celler de Can Roca, El Bohío o Alborada, en éste último donde también consiguió una estrella estando al frente de sus fogones, posee un dominio técnico y un sentido estético admirables.
En Árbore da Veira se respira sosiego nada más entrar. El atractivo contemporáneo del local y los cuidados detalles de la sala descubren rápidamente el carácter de su cocina, minuciosa y metódica.
Sólo 5 mesas, separadas por un amplio espacio, y atendidas con precisión por un esmerado servicio de sala.
Dos son los menús degustación que aquí se ofrecen, Raíces y Árbore. Diez y quince platos respectivamente que varían según el producto de temporada, la calidad del mismo y la elección de Luis.
Elaboraciones complejas, en ocasiones excesivas, que mezclan memoria, territorio, experiencia e imaginación, además de un meticuloso sentido estético.
La importancia de la vajilla, el alarde de técnica y la sugerente presentación crean un conjunto llamativo y provocador. Pero detrás de lo puramente visible, hay producto, destreza y sabor.
El menú se inicia con una sucesión de originales aperitivos anunciados en papel de arroz comestible. Gin fizz, aceitunas sféricas, mantequilla de tomate y pimentón, crukis de roquefort y pasión, cucuruchos con tartar de jurela, caramelo de cebolla con bacon y avellana, camarón tomando el sol y falso pimiento.
Le sigue una refrescante ensalada de tomate y anchoa muy agradable, un trampantojo que recuerda una elaboración del restaurante Atrio, la cereza que cayó del árbol, y una estupenda sardina ahumada con queso San Simón y angulas.
Soberbia navaja con pilpil de limón y pimientos del padrón, fabulosas zamburiñas con jugo de tuétano y caviar de café y exquisito Dim sum de tendones de vaca y gamba gallega con té de boletus. Tres platazos.
Buen tándem el de la gamba roja de Menorca y la pipa de caldo dashi, aunque hubiese eliminado las hojas de tomillo, algo molestas para su degustación. Sabroso cangrejo azul de concha blanda con yema de huevo y kétchup casero, muy al estilo Diverxo.
Otro gran plato es el de pulpo a la brasa con crema de nécoras, jugosísimo. Algo decepcionante el guiso de setas con cigala a la plancha, excesivamente salado.
Excelente merluza a 63º con guiso de habas que da paso a una falda de ternera gallega y arroz de vaca desmesuradamente sazonada. Sobrado de sapidez y cantidad.
Los dos primeros postres se me antojan livianos y refrescantes pero el dulzor destaca más que las cualidades esperadas. Remolacha en diferentes texturas y postre de manzana.
Finalizamos con una torrija caramelizada con cardamomo, nuevamente muy azucarada, y una bonita composición hecha en directo en la mesa de petit fours, que tras copiosa comida quedan desgraciadamente casi intactos.
Un gran menú en líneas generales solamente enturbiado por dos errores de ejecución y unos postres que, a mi gusto, deberían ser más ligeros, frescos y menos edulcorados.
Aún así, la relación calidad-precio de Árbore da Veira es inmejorable, así como la atención de Luis y el ambiente.
Restaurante Árbore da Veira
Rúa San Andrés, 109, A Coruña
Tel. 981078914
http://www.arboredaveira.com